- La baja del precio de la coca, venta libre y contrabando de coca peruana impulsan la transición económica en la región.
Martes, 01 de agosto, (Yungas Noticias).- En los Yungas de La Paz, la tradicional hoja de coca, que durante generaciones fue el sustento de muchos cocaleros, está siendo desplazada por una nueva actividad económica: la minería aluvial.
Un fenómeno que ha llevado a al menos 13 comunidades de la provincia Nor Yungas a enfocar sus esfuerzos en la extracción de oro como principal fuente de ingresos.
La decisión de abandonar los cocales y aventurarse en la minería responde a una serie de factores que los dirigentes de la región han puesto sobre la mesa.
En primer lugar, la baja del precio de la hoja de coca ha dejado de ser un negocio rentable para los productores.
El ingreso por la venta de coca ha disminuido considerablemente en la última década, impulsando a muchos cocaleros a buscar alternativas más lucrativas.
Además, la venta libre de la coca ha generado un mercado paralelo que afecta los precios, y el cultivo de coca en zonas no tradicionales también ha contribuido a la sobreoferta y la depreciación de la hoja.
Sin embargo, el factor determinante que ha llevado a la migración hacia la minería es el ingreso de coca peruana de contrabando, que es más barata y ha desplazado la demanda de la coca de Yungas.
Rosendo Canqui, un cocalero con plantaciones en el municipio de Coripata, ha sido testigo de este cambio económico en la región. Recuerda que desde inicios de 2010, algunos cocaleros comenzaron a dejar sus cocales para sumergirse en la minería ilegal.
No obstante, fue a partir de 2014 cuando esta tendencia cobró más fuerza. Conflictos por la tenencia de minas provocaron que varios cocaleros decidieran dejar sus cultivos y adentrarse en la extracción de oro.
Antes, la extracción de oro era un trabajo artesanal, pero hoy en día la presencia de maquinaria en varios ríos de los Yungas ha permitido una minería a gran escala, muchas veces con la intervención de inversores extranjeros, especialmente chinos y colombianos.
En el municipio de Coripata, donde nació la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) en 1983, la realidad económica ha forzado un cambio en la matriz productiva.
Ahora, las comunidades se organizan en cooperativas mineras en lugar de dedicarse exclusivamente a la producción de coca de alta calidad, como solían hacer en sus inicios.
La coca peruana, más barata y accesible, se ha convertido en la materia prima preferida para la elaboración de cocaína, lo que ha afectado aún más el valor de la hoja de coca de Yungas.
Mientras que en 2020 un taque (bolsa de 50 libras) de coca se cotizaba en 2.500 bolivianos, en la actualidad apenas alcanza los 1.500 bolivianos, generando un fuerte desincentivo para los productores.
El panorama económico y la constante migración hacia la minería plantean desafíos para la región de los Yungas de La Paz.
La tradicional hoja de coca, arraigada en la cultura y la historia de sus habitantes, enfrenta un futuro incierto mientras la extracción de oro sigue ganando terreno como la principal actividad económica en al menos 13 comunidades.
¿Podrán encontrar un equilibrio entre la explotación minera y la preservación de sus raíces culturales? Solo el tiempo lo dirá.
Con datos de El Deber