Incendio arrasa con cocales y árboles frutales en Pigüaya, Yanacachi: una alarma en medio de la sequía

  • Nelson Salazar denuncia devastador incendio en su comunidad mientras autoridades advierten sobre la escasez de recursos para combatir el fuego

Miércoles, 13 de septiembre, (Yungas Noticias).- En un dramático testimonio, Nelson Salazar, vecino de la tranquila comunidad de Pigüaya, ubicada en el municipio de Yanacachi, ha alertado al programa «Voces Sin Censura» de FmBolivia sobre un devastador incendio que asoló la zona el día de ayer.

El fuego, que se desató en los alrededores, arrasó cocales, valiosos árboles frutales y amenazó la vida de la fauna silvestre que habita la región.

La situación no es menos preocupante para las autoridades locales. El alcalde de Yanacachi, en declaraciones a Cadena A, manifestó su angustia por la magnitud del incendio y su proximidad a las viviendas de la comunidad. «Ayer (lunes) hemos tenido un reporte de que otra comunidad está ardiendo, está afectando los cocales, sembradíos, árboles frutales. El fuego está casi llegando a las viviendas, estamos preocupados por la situación», señaló.

El alcalde destacó que este no es el primer episodio de fuego que azota la región en las últimas semanas. Hace poco más de un mes, un incendio de gran magnitud en un cerro cercano al municipio generó temor entre los comunarios. A pesar de la intervención de bomberos, soldados y un helicóptero, el fuego sigue fuera de control debido a la complejidad de la montaña y su altura.

Fernández, la autoridad local, expresó su preocupación por las personas que, de manera irresponsable, «juegan con la naturaleza» al prender fuego sin considerar las devastadoras consecuencias que esto acarrea. La urgente necesidad de tomar medidas preventivas y de educación ambiental se hace evidente en medio de esta crisis.

Esta mañana, el viceministro de Medio Ambiente, Magín Herrera, hizo un llamado a la reflexión sobre la crítica situación de sequía que atraviesa el país. La escasez de agua ha llevado a que se priorice su uso para el consumo humano, lo que ha llevado a desestimar su empleo para combatir incendios forestales.

La alarmante realidad de Pigüaya es un recordatorio de la fragilidad de nuestros ecosistemas y la necesidad imperante de preservarlos. Mientras las autoridades trabajan incansablemente para contener el fuego, la comunidad y la sociedad en su conjunto deben unirse en un esfuerzo conjunto para proteger nuestra invaluable naturaleza.