- Chicaloma lucha sin respaldo oficial frente a voraz fuego en sus cerros.
Chicaloma, 26 de agosto, (Yungas Noticias).- En un dramático enfrentamiento contra las llamas que amenazan con arrasar sus cerros y agotar sus fuentes de agua, vecinos de Chicaloma, perteneciente al municipio de Irupana, se encuentra en pie de lucha desde hace tres días.
Sin embargo, las autoridades municipales siguen en silencio, sin realizar ninguna acción para sofocar el incendio que avanza imparable.
Desde hace tres, Chicaloma se ha convertido en el tercer pueblo en enfrentarse a incendios forestales que consumen monte virgen y amenazan la biodiversidad de la zona.
Montequilla en Chulumani y Yanacachi son los otros pueblos afectados por este flagelo que ya se ha cobrado la vida de numerosos animales silvestres y ha puesto en riesgo la supervivencia de la población.
Las escasas herramientas a las que recurren los pobladores de Chicaloma son el pico, la pala y el machete. Aunque estos instrumentos reflejan su valiente determinación, carecen de la potencia necesaria para hacer frente a un fuego que avanza sin tregua. «Nosotros tenemos tres ojos de agua que suministran el agua al pueblo; desde ayer ya se cortó el agua porque el fuego ya llegó a uno de los ojos», lamentó Denilson Casuriaga, un joven que se ha sumado a la lucha junto a otros 20 comunarios.
A pesar de los llamados desesperados a las autoridades municipales, departamentales y nacionales, la Chicaloma no ha recibido respuesta ni ayuda alguna. «No tenemos ayuda de las autoridades municipales, departamentales o nacionales, en vano estamos llamando a los números que tenemos», denunció Casuriaga.
Las súplicas de los chicalomeños han caído en oídos sordos, y los vecinos están librando una batalla sin cuartel sin el respaldo necesario.
El incendio, que se teme pudo haber sido iniciado por prácticas de chaqueo de algunos pobladores, ha cobrado fuerza y avanza sin control. Aunque algunos habitantes de la zona han negado haber contribuido al fuego a través del chaqueo, la devastación en los cerros es evidente.
El cerro Trinidad ya ha sido alcanzado por las llamas, alertó Denilson Casuriaga. Los pobladores temen que la situación empeore y se extienda a otros «ojos de agua» de Chicaloma, los únicos lugares de donde obtienen el vital líquido para sobrevivir. Con la ausencia de herramientas adecuadas y la carencia de extintores, los pobladores siguen luchando valerosamente, sin perder la esperanza de una ayuda que tarda en llegar.
Este sábado, en un gesto de solidaridad y unidad, las comunidades circundantes a Chicaloma se reunirán en el pueblo para desplegar a voluntarios dispuestos a enfrentar las llamas y detener su avance. La comunidad está unida en su determinación de preservar su entorno y recursos. «Es una semana que está ardiendo y ya tomó el cerro Trinidad», explicó Denilson Casuriaga, reflejando la urgencia de la situación.
Chicaloma, a 144 kilómetros de la sede de Gobierno, espera que la ayuda finalmente llegue, antes de que la tragedia se torne irreversible. Mientras tanto, la comunidad se aferra a sus herramientas cotidianas, valientes en su lucha, y con la esperanza de que la solidaridad y el esfuerzo conjunto puedan vencer las llamas que amenazan su hogar y su forma de vida.