Guerra interna en el MAS: acusaciones y divisiones marcan el panorama político

  • El exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, arremete contra el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, desatando tensiones en el Movimiento Al Socialismo (MAS).

Sábado, 27 de mayo, (Yungas Noticias).- En medio de la consolidación del Movimiento Al Socialismo (MAS) como un bloque unido capaz de aprobar leyes en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), se hace cada vez más evidente que la organización política vive una «guerra» interna sin tregua. Las denuncias de corrupción y el manejo de la lucha antidrogas se han convertido en banderas de los evistas para atacarse mutuamente.

El último episodio de esta contienda tuvo lugar cuando el exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, arremetió contra el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, utilizando adjetivos calificativos que van desde «mentiroso» hasta «payaso». Quintana cuestionó el «histórico operativo» de Del Castillo en el Chapare, afirmando que no se logró detener a ningún narcotraficante y que en gobiernos anteriores se llevaron a cabo más operativos antidrogas. Además, sugirió que el ministro debería enfrentar consecuencias legales por criminalizar al Chapare y ser destituido de su cargo.

En respuesta, el diputado del MAS, Juan José Jáuregui, señaló que Quintana ha perdido la perspectiva y la coherencia. Recordó que anteriormente la alianza Creemos comparaba a Del Castillo con el exministro Murillo, y ahora es el propio Quintana, figura destacada del gobierno de Evo Morales, quien hace esa comparación. Jáuregui destacó la falta de coherencia en los discursos y acciones de Quintana.

Sin embargo, el diputado evista Ramiro Venegas respaldó las críticas de Quintana y afirmó que el ensañamiento contra el Chapare es un intento de atacar a Evo Morales, líder de los cocaleros. Argumentó que el pueblo añora el regreso de Morales al poder, ya que bajo su liderazgo no había impunidad en la corrupción.

Incluso el expresidente Evo Morales se pronunció a través de Twitter, alertando sobre la persecución de los dirigentes del trópico por parte de la Fiscalía. Morales acusó a las autoridades de liberar a corruptos y beneficiar a narcotraficantes, y expresó que intentan estigmatizar al pueblo.

Ante este panorama de divisiones y acusaciones, el analista político Carlos Cordero señaló que la situación actual refleja una fractura profunda e irreversible en el MAS. Sin embargo, no descartó la posibilidad de que, en los próximos dos años del gobierno de Luis Arce, se produzca una reconciliación entre Arce y Morales. Cordero afirmó que en política todo puede suceder y el poder puede ser el factor que los vuelva a unir, dejando abierta la posibilidad de pactos y acuerdos en beneficio de ambos líderes.

Mientras tanto, la oposición se encuentra anulada en el escenario político, ya que el MAS acapara la atención mediática y política en el país.

A pesar de las tensiones internas y las divisiones, el futuro político de Bolivia sigue siendo incierto y solo el tiempo revelará si el MAS logra superar sus diferencias y mantener su unidad en el poder.