Familiares de Wilma Fernández revelaron ayer nuevas fotos que muestran a la joven, desaparecida y luego asesinada, junto a su presunto asesino, Jashiro Hayakawa, quien desmintió al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, que lo presentó como feminicida “confeso”. Sin embargo, el imputado se negó a hablar sobre los indicios que lo incriminan.
“Me acogí a mi derecho al silencio, no haré ninguna otra declaración más, soy inocente y existe la presunción de inocencia”, afirmó Hayakawa a Página Siete , ayer a las 10:15 en la Fiscalía adonde fue llevado para realizar una pericia.
Enmanillado y con un custodio, minutos después salió del edificio para regresar al penal de San Pedro, pero los familiares de Wilma lo esperaban en la puerta con fotos suyas junto a la víctima, las que él borró de sus redes sociales y que confirmaron la relación sentimental que había entre ellos.
Las imágenes fueron rescatadas por los familiares de Wilma antes de que Hayakawa elimine su perfil de Facebook. Allí había publicado fotos de una cena familiar a la que invitó a la joven.
Hayakawa negó la versión que dio el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien presentó al hombre de 27 años, el 2 de abril, como el “feminicida confeso” de Wilma, pese a que en la Fiscalía no existe documento que confirme ese extremo. Ante las consultas de Página Siete, el imputado no quiso decir nada sobre lo ocurrido.
Familiares de Wilma, que prefieren no dar a conocer su identidad por el temor a represalias de autoridades y la familia del sospechoso, cuestionaron el hecho de que el detenido haya sido presentado como “autor confeso”, pero no se tenga un respaldo documental.
Criticaron la labor de los administradores de justicia, pues a casi cuatro meses de haber dado con el principal sospechoso, aún están pendientes varias pericias.
Precisamente ayer debía realizarse una pericia de luminiscencia en el departamento de Hayakawa, ubicado en el condominio Las Lomas del Sol, en la zona de Achumani. Pero se suspendió debido a que el imputado se presentó sin abogado y se negó al patrocinio de uno de Defensa Pública.
De acuerdo con las pesquisas policiales, el condominio es el escenario del feminicidio de Wilma, aunque no se descarta que el crimen se haya cometido en el vehículo del detenido.
Sin embargo, Hayakawa ayer se negó a explicar por qué se halló en su departamento la gorra rosada que Wilma usó la última vez que se la vio con vida. También guardó silencio al ser cuestionado por los reportes de las radiobases que revelan que la señal de celular de Wilma confirmó que estuvo en el condominio y que el suyo siguió una ruta similar, hasta que el aparato de la joven se apagó cerca de Chuspipata, en el camino antiguo a los Yungas, donde su cuerpo fue hallado en un barranco
Según explicó la familia de la víctima, hay dos investigaciones abiertas en la justicia contra Hayakawa, una por trata de personas y la principal por el feminicidio de la joven de 39 años que en febrero llegó de Londres a La Paz.